A veces pienso que muy en el fondo -o quizás no tanto- yo misma entorpezco la escalada con tal de quedar atrapada en mi lúgubre burbuja de sentimientos pesados, nostalgia y soledad. Creo que he llegado a encontrar ese punto de paz y serenidad en la tristeza que me hace vivir cómodamente en ella. Se trata de una tristeza vaporosa, ingrávida, incorpórea, casi imperceptible. Es ese tipo de tristeza que te lleva a ver más allá, a tratar de encontrar de manera anhelante qué se halla detrás de todas las cosas.
Se reproducen instantes de infinita desesperación por revivir las sensaciones nacidas de momentos que ahora se antojan tan lejanos, inalcanzables, casi irreales. Irreales como esta burbuja solo perceptible desde su interior, indetectable para miradas externas. Surge el vacío y se apodera de cada curva de la esfera y de mi piel...
E incluso en este vacío estoy llena de sentimiento. De todo sentimiento, excepto del que más anhelo.
Que triste,no se si esto te estará pasando ahora pero lucha por estar mas feliz que triste la sensación es mucho mejor :)
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